Y como dicen los dermatólogos, vamos al grano:
Juan Miguel, cinco años, al ver un señor muy negro le preguntó: ¿Usted por qué está tan ennochecido?
Matías, siete años, le pregunta a su mamá si las cebras son negras con rayas blancas, o blancas con rayas negras.
Manuela, cuatro años, garabatea en un papel las letras h, n, o, i, c. Luego me pregunta:
— Papi, ¿qué dice ahí?
Le respondo:
— Ahí dice “hnoic”.
— ¡Qué bien! ¡Ya sé escribir “hnoic”.
Recuerdo lo dicho por uno de mis sobrinos de seis años cuando se puso una corbata en la nuca sin hacerle el nudo. “Tío, esta corbata me llega a los codos de las piernas...”.
Andrés, seis años, pregunta: ¿Cierto, abuelito, que por la noche el sol se disfraza de luna?
Le preguntaron a Luisa, cuatro años, si ya había...