A quienes “acaban de llegar a nuestra sintonía” les recuerdo que desde hace varios años vengo publicando en esta columna anécdotas en las que los protagonistas son los niños. Las historias, todas verdades de carne y hueso, son facilitadas generalmente por familiares o amigos de los bajitos. Primera tanda del 2017:
Reacción de Manuela, 5 años, cuando su padre fue a despertarla para ir al colegio: “Papi, tengo sueño. Dormí despierta toda la noche”.
Martín, 4 años, se metió a la tina donde acababan de bañar a su hermanita, recién nacida. La mamá le preguntó qué estaba haciendo y él le dijo: “Estoy buscando el pipí de Susana”.
Mi primo Ramiro, un niño de 5 años, le puso flores al diablo en un rincón de su casa para que no lo vaya a quemar mucho en...