Fulgencio es un obrero que lleva muchos años trabajando en una fábrica, cumpliendo con su horario y su rutina pero sin aportar mayor cosa a la empresa. Cariado por un compañero, va donde el patrón y le dice:
--Jefe, llevo 15 años trabajando aquí y usted no me ha aumentado el sueldo, sino el porcentaje de ley.
--Bueno Fulgencio y como ¿Cuánto te querés ganar?
--Yo creo que con un millón, ochocientos mil es suficiente.
--Bueno amigo ¿y si te ofrezco cinco millones, te pongo una oficina y secretaria privada que te parece?
--Pues creo que me está mamando gallo.
--A bueno, pero ¿Quién empezó?
En esta campaña de segunda vuelta presidencial se presentó el caso de un socio buena gente del Club Campestre que invitó al candidato de Colombia Humana, Gustavo Petro...