Colombia fue testigo la semana pasada de un inusual binomio. El triunfo del No y el Nobel de la paz al presidente Juan Manuel Santos.
En medio de una tremenda polarización en la que muchos representantes del No se mofaban de ser los grandes triunfadores contra todo pronóstico y muchos del Sí tildaban a sus contrincantes de potenciales culpables de que la guerra continuase, vino el Comité Noruego del Nobel en Oslo para callar la arrogancia de muchos otorgando el premio nobel de la paz a Juan Manuel Santos.
Fue elegido entre 376 candidatos. Entre ellos los cascos blancos de Siria, una organización de 2.500 valientes hombres quienes, tras los diferentes bombardeos que sufre este país, intentan rescatar a los heridos para que sean menos los muertos...