La pérdida de preciosas vidas humanas en el naufragio del pasado domingo en la represa de Guatapé-El Peñol, es un hecho que no debiera presentarse en pleno siglo XXI cuando tanto han avanzado las comunicaciones, la navegación marítima y la construcción de embarcaciones destinadas al transporte de pasajeros; tampoco, so pretexto del uso de la libertad de expresión, a estas alturas se debieran presentar bochornosos espectáculos mediáticos como los brindados estos días por ciertos comunicadores y particulares (como el desadaptado que habló del “Titanic Paisa”) quienes olvidaron la prudencia, el decoro y el recato, al momento de presentar las informaciones para dar rienda suelta a las especulaciones y el morbo.
No obstante, el debate se debe avivar...