raúl e. tamayo gaviria
Estábamos en una tertulia política, en la que nos acompañaba un médico gastroenterólogo. En medio de todo, tocamos el tema de que las frutas se deberían ingerir antes de las comidas, cuando el estómago está vacío y yo comenté que eso se lo había escuchado a mi amigo Jenaro Pérez.
El médico al escucharme comentó:
- ¿Y qué va a saber Jenaro de digestión?
Pocos días después le comenté a Jenaro la observación del gastroenterólogo y sin pensar mucho me respondió:
- Comentale a tu amigo que los veterinarios estudiamos la digestión de los animales, entre ellos los bovinos que tienen cuatro estómagos.
El miércoles pasado, el diario La República, dirigido por Fernando Quijano y gerenciado por Juan Carlos Hernández, le entregó a Jenaro Pérez Gutiérrez, en presencia del presidente Juan Manuel Santos, el galardón Empresario del Año 2014.
Esta distinción fue establecida por el primer diario económico de la capital, desde hace varios años, con el fin de estimular al empresario que se haya destacado durante el año por su actividad en beneficio del país y es seleccionado por un complejo sistema de elección entre los mismos postulados al premio. Esta vez fue escogido Jenaro y su empresa Colanta entre el Gremio Solidario.
Hablar de Jenaro Pérez es hablar del campo, de leche, de quesos, de mejoramiento de tierras, de economía agropecuaria, de política agraria y conservadora. Es hablar de Colanta.
Su paso exitoso por la Secretaría de Agricultura en la gobernación de Diego Calle, por la Asamblea Departamental y otras posiciones, no son tan significativas como la de haber fundado hace cuarenta años una cooperativa lechera, Cooleche, que pasó a ser Colanta, por una competencia costeña del mismo nombre. Colanta empezó con sesenta y cinco socios campesinos y hoy cuenta con doce mil socios productores y siete mil socios trabajadores. Tiene plantas en todo el país y sus ventas se cuentan en billones de pesos. Las estadísticas son maravillosas para medir el progreso pero muy cansonas para leer. Digamos que Colanta es un ejemplo cooperativo y empresarial en todo el país, que vende toda clase de productos lácteos en Colombia y en el exterior. Sus quesos, mantequillas y productos cárnicos han obtenido premios en donde quiera que se han presentado.
La transformación de tierras en el Norte de Antioquia, la cultura difundida por Jenaro y Colanta en esta y otras regiones ha cambiado el paisaje y se han multiplicado diferentes razas bovinas y porcinas para aumentar la producción. La distribución de insumos y herramientas ha sido definitiva en el campo. Empresario sin miedo, difundió esta frase: “Haga todo lo que deba, aunque deba todo lo que haga.”
Esta columna se congratula por este galardón ganado por el amigo y por esta empresa antioqueña. Mi mención póstuma al doctor Guillermo Gaviria Echeverri, su compañero de luchas y a doña Ana Lucía y sus hijos.
ÑAPA. Nicanor Restrepo se fue a ver “Santos” mejores en el cielo. Don Víctor Orrego estrenó las escaleras eléctricas entre la tierra y el cielo y Ramón Vásquez está pintando angelitos con modelos de verdad. Gracias al Lobato y sus menticas.