En un país como el nuestro, la vida es la suma de ausencias o la acumulación de ausentes, aquí abundan los idos; “si quiere oír historias tristes, yo le tengo la más triste, a mi hijo lo desaparecieron hace veinte años... yo no entregué un ramo de flores, para que me restituyan al que lloré durante trece años, con un ramo de flores”, esas conmovedoras palabras las pronuncia una de las ocho dignísimas mujeres que Catalina Mesa ha convertido en protagonistas de su película “Jericó, el infinito vuelo de los días”.
Jericó está muy cerca del cielo, sus colores, sus calles, sus paisajes, sus historias, su gente, todo en él invita a que uno se piense como parte de este vuelo, un vuelo cinematográfico en el que como pocas veces las palabras con que se...