En las historias que narran los hechos del bajo mundo, se afirma que el momento más complicado es aquel en el cual se infringe la ley por primera vez; a partir de allí se puede desarrollar una cadena de violaciones cuya meta es difícil de identificar.
Algo similar parece afirmarse con respecto a nuestro orden Constitucional. Como dice el aforismo: lo que mal empieza, mal continúa y mal termina. La Constitución de 1991 se originó con un acto de violación de la Constitución de 1886. En efecto, el artículo 218 de la vieja Carta, disponía que la misma sólo podría modificarse a través de un Acto Legislativo aprobado por el Congreso de la República. El nacimiento, formalmente inconstitucional, del nuevo orden constitucional, puede explicarse y aún...