Los políticos moderados que aún quedaban en la Casa Blanca perdieron la batalla. Su proyecto de largo aliento para disminuir el tono de una presidencia impulsiva llegó a un prematuro final tras un año de mandato. A partir de ahora los hombres que rodean a Donald Trump son todo lo que él desea, leña fresca para un fuego que adora arder y quema todo a su paso. Han caído los muros de contención y las consecuencias se verán más allá de las fronteras del imperio.
La decisión del millonario de nombrar a John Bolton, un viejo conocido radical de la presidencia de Bush hijo, como miembro del Consejero de Seguridad Nacional fue el último paso hacia la liberación de los instintos más radicales y nacionalistas.
Bolton apoyó en su momento la catastrófica...