Obvio: mejor que las Farc dejen de matarnos a que sigan haciéndolo. Después, ayer no se firmó “la paz”. Se ratificó un cese al fuego bilateral que ya operaba de facto y se estableció que dejarán las armas de manera progresiva a partir de la firma del acuerdo final. Mientras tanto las Farc seguirán delinquiendo. Y, esto sí es un avance, se aclaró que las armas se entregarían a la ONU.
Así que hay que aplaudir que la marca “Farc” desaparezca. Pero urgen un par de advertencias. La primera es que cuando ello ocurra no habrá fin del “conflicto armado” porque quedan dos guerrillas, el Eln fortalecido con hombres y territorios de las Farc, y la disidencia del Epl, y múltiples bandas criminales. Y solamente habrá disminución de la violencia si y solo...