La reciente firma del acuerdo de comercio e inversiones más grande del mundo –el Acuerdo de Asociación Transpacífico, conocido por sus siglas en inglés TPP– pasó casi inadvertido en la mayoría de los países, pero puede que haga cambiar el mapa comercial, y quizá hasta político, del mundo.
Una de las razones por las cuales la firma del acuerdo el 4 de febrero en Nueva Zelanda no estuvo en las primeras planas fue que ni el presidente Obama ni los otros líderes de los países firmantes del TPP asistieron al evento. En su lugar enviaron a sus ministros de Comercio.
Obama no quería llamar demasiado la atención sobre la firma del acuerdo en un año electoral, cuando los aspirantes presidenciales de su propio partido demócrata –Hillary Clinton y Bernie...