La celebración de la fiesta de Pascua para la minoría cristiana presente en Egipto estuvo empañada por la tristeza y el miedo que dejaron los atentados a dos iglesias el pasado Domingo de Ramos.
La asistencia a la misa pascual, celebrada en la catedral copta de San Marcos, tuvo una notable disminución y los fieles que se atrevieron a estar presentes allí, tuvieron que someterse a estrictas medidas de seguridad para impedir que un atentado como el del pasado 9 de abril volviera a ocurrir.
Egipto se convirtió así en un escenario más de esa “guerra mundial a pedazos” como la llama el Papa Francisco. 44 muertos y 70 heridos dejó la explosión de la iglesia copta de San Jorge de Tanta y pocas horas después, un atentado suicida en la catedral de San...