Todas las democracias modernas deben contar con instituciones especializadas para cumplir con el monopolio de la coerción física, encargarse de la defensa externa de la nación, de la seguridad interna de los ciudadanos, así como de mantener el clima de seguridad para el funcionamiento de las instituciones republicanas. En nuestro caso se trata de la Fuerza Pública -conformada por las Fuerzas Armadas y la Policia Nacional- que ha tenido una particular historia de subordinación a las autoridades civiles, democráticamente electas, como corresponde a una democracia.
Eso explica porque somos el país de América Latina con menos golpes militares en su historia, aunque se hayan dado ocasionalmente lo que el historiador inglés Malcom Deas ha llamado “huelgas...