Hay momentos políticos escasos en los que el mundo cambia su estructura internacional frente a los ojos de un puñado de espectadores boquiabiertos. A veces ocurre con eventos insignificantes que se transforman en el primer fragmento de un efecto dominó, mariposa, con resultados impensados. Otros son golpes de fuerza o acuerdos diplomáticos públicos, bulliciosos, transmitidos por TV. Lo que acaba de pasar con Donald Trump y su salida del acuerdo con Irán pertenece a ese segundo grupo: el mundo ha cambiado y el presidente de Estados Unidos lo ha hecho saber con pirotecnia.
Aún en contravía de sus propios asesores y sus aliados europeos, el republicano decidió romper el acuerdo que tenía con Teherán, que funcionaba desde 2015 y con el que Occidente...