Lo primero que dijo el aspirante republicano Donald Trump en su discurso de victoria tras ganar las primarias del 19 de abril en Nueva York fue que, como presidente, no permitiría que México siga “succionando” los empleos de Estados Unidos. Obviamente, pegarle a México le sigue dando buenos resultados electorales. La gran pregunta es si sus diatribas contra México son parte de una campaña populista bien calculada para apelar a los sentimientos xenófobos de muchos votantes, o si tiene un rencor personal contra México debido a su fallido proyecto de apartamentos de lujo cerca de Tijuana en 2008. Es probable que sean ambas cosas, pero sin duda la segunda lo ha influenciado.
Trump ha colocado a México en el centro de su discurso de campaña desde...