Cuando se enseña Derecho, entre clases y libros, la razón jurídica se va formando. Nace el respeto por la norma, el apego a la Constitución como la biblia del ciudadano, a los derechos fundamentales como los mandamientos de la sociedad y, sobre todo, al debido proceso como la garantía última y fundamental de la existencia de un Estado social de Derecho. Estas enseñanzas se quedan impresas en el abogado para siempre... o al menos eso quisiéramos.
Pero hoy, todo lo que se enseña no es más que una quimera, el sueño utópico de una serie de dinosaurios que parece, estamos a punto de extinguirnos. Hoy la justicia dejó de ser la imagen de una diosa con los ojos vendados para convertirse en la foto de una estrella de pop, a quien solo le interesa salir...