El mar, cuando lo miro desde mi ventana en la oficina, está calmado. Barquitos blancos se deslizan por las aguas plateadas en el Golfo Sarónico. Una imagen de paz, pero el escenario de incontables batallas. En estas aguas, en Salamina, una alianza de estados libres griegos bajo el liderazgo de Atenas liberó al ejército persa en 480 AC, dando a la democracia espacio para desarrollarse. En 1941, mientras fuerzas alemanas se extendieron por el país, un puñado de aviadores aliados trataron de detener olas negras de aviones enemigos, con muchos pilotos cayendo a su muerte en la bahía un día de abril.
Hoy, mientras mi país se apresura hacia otro tipo de batalla, un referéndum que determinará su lugar en el mundo y marcará su historia, siento la “nota...