Con gran malestar recibieron los habitantes de la urbe las medidas de choque adoptadas por la Junta Directiva del Área Metropolitana, para conjurar el gravísimo trance ambiental que estos días soporta el Valle de Aburrá, porque entienden que ellas son improvisadas y coyunturales; en definitiva: impedirles a los ciudadanos usar sus vehículos automotores todo el día no termina por resolver nada.
Pero todavía más disgusto causó la sorpresiva forma como el día lunes y sin dar ninguna explicación convincente, el alcalde Gutiérrez Zuluaga como presidente de ese organismo –nada más y nada menos que al interior de un simposio internacional de instrumentos sobre la calidad del aire–, al desconocer en forma lenguaraz y despectiva los conceptos del Equipo...