Se parecen los que filmaron y celebraron el video escandaloso de unas menores delincuentes que agredían a otra estudiante y los que arremetieron con violencia verbal y amenazas contra el impopular candidato de las Farc en el centro de Armenia. En ambos casos está patente una exacerbación del instinto atávico de violencia. Las dos escenas, muy difundidas por las llamadas redes sociales, exhiben la peligrosa tendencia a utilizar la razón de la fuerza contra la fuerza de la razón y ajustar cuentas por las vías de hecho.
Lo de las muchachitas en el Inem o en cualquier colegio donde se perpetren ilícitos comparables es otra muestra del agravamiento de la mala crianza como factor determinante de las tremendas fallas en la educación. Un amigo maestro...