Algo que nos caracteriza hoy día es que la mayoría vivimos quejándonos de muchas cosas que están mal o nos desagradan, pero poco hacemos para cambiarlas. Aunque renegamos continuamente del atafago, la bulla, las trasnochadas, la congestión del tráfico y la cantidad de dinero que gastamos durante la temporada navideña, no hacemos nada para procurar que sea diferente.
Una opción para evitar esos resultados es proponernos a recuperar la verdadera intención de la Navidad que es, ante todo, una ocasión ideal para compartir en familia la celebración del nacimiento del Niño Dios. Esta es, por lo general, una de las pocas ocasiones que tenemos en todo el año para reunirnos con nuestros seres queridos y manifestar con un regalo el afecto que nos une....