Mi hijo, Nicolás, va a cumplir 18 años en el verano y, por lo tanto, podrá votar en las elecciones presidenciales de noviembre en Estados Unidos. Quizás Nicolás no lo sabe todavía pero, en una elección muy cerrada, él y millones de jóvenes latinos decidirán quién será el próximo presidente (o presidenta) de la nación.
Esto no será un regalo de cumpleaños muy atrasado, o los buenos deseos de un padre orgulloso. Es la realidad. Las cifras son impresionantes: El 8 de noviembre del 2016 habrá 27 millones de hispanos elegibles para votar, según el centro Pew. Y de ellos, casi la mitad (44 %) son latinos muy jóvenes, o los llamados “millennials”, de 18 a 34 años de edad.
Muchos de estos latinos “millennials” son hijos de padres inmigrantes, hablan español...