Antonio Mendoza Rueda, un destacado médico español del siglo XIX detallaba con precisión en su libro “Estudios clínicos de cirujía”, con jota, lo que el cirujano Leonardo Gillepsie había descrito en 1.783 sobre la úlcera pútrida o “podredumbre de hospital”, como se llamaba a la gangrena.
Decía “textualmente” el Dr. Mendoza que: “Sea cual fuere la forma con que la podredumbre de hospital empiece, cuando ha invadido la totalidad de una úlcera, y va escediendo los límites de ella, los fenómenos son idénticos. Las partes sanas todavía que la rodean, son asiento de un infarto doloroso; si se comprimen estas partes abotagadas el dolor aumenta, y conservan la impresión del dedo. La piel que las cubre ningún signo presenta de inflamación, á veces su...