Nadie discute que el planeta avanza, a paso firme, en la construcción de organizaciones comunitarias cada vez más globalizadas e integradas, como producto de los crecientes fenómenos económicos y de la revolución informática y biotecnológica que todo lo dominan. Por ello, esta nueva sociedad –en medio de las marcadas injusticias que la caracterizan– ha sido llamada como “del riesgo” o, en veces, “líquida”.
En este contexto, signados como estamos por la injusticia, debe preguntarse si es necesario reformar los estudios de derecho en América Latina en general y, en Colombia, en particular; el debate no es desconocido y sobre ello mucho se ha escuchado durante las últimas décadas, sobre todo a raíz del criticado Programa de Bolonia en Europa. Entre...