El 31 de julio de 2015, las FARC-EP se dirigieron al presidente de Acore para señalar que sus miembros integraban un ejército rebelde alzado en armas que, a lo sumo, habían incurrido en delincuencias políticas y debían ser amnistiados, nunca objeto de encarcelamientos; cosa contraria, dijeron, debía suceder con los delincuentes de Estado, cuyos crímenes eran “la mayor de las posibles perversiones del poder político”.
Para esa organización, el fuero militar debía servir para que los miembros de las Fuerzas Militares se reconocieran individualmente como “máximos responsables” de esos atentados criminales y delinearon la figura “doméstica” de la responsabilidad del mando, que luego previeron para los dos contendientes en los numerales 44 y 59 (punto...