En el mundo consumista del siglo 21, el prestigio de los hombres y las mujeres está generalmente ligado a su éxito económico. Quizás por este motivo, hoy en día el trabajo es la principal fuente de satisfacciones para ambos y, como las obligaciones como padres interfieren con la realización profesional, es fácil olvidarnos de las inmensas satisfacciones que se derivan de la vida familiar.
A pesar de que formar un hogar estable y amable exige grandes esfuerzos de parte nuestra, criar a nuestros hijos es la experiencia más enriquecedora y gratificante de nuestra vida... siempre que nos comprometamos de todo corazón con nuestras funciones parentales. Quienes esperan vivir las satisfacciones que acompañan la paternidad sin tener que lidiar con las...