Desde el principio de la negociación del acuerdo de impunipaz, se supo que el Gobierno había aceptado que para que las Farc aceptaran el apaciguamiento, había que entregarles el botín de la tierra porque era el disfraz para no quedar como un grupo delictivo y terrorista, sino como un actor con móviles políticos.
Y como lo que mal empieza peor termina, además de las otras aberrantes claudicaciones que se legalizarán en la “Ley Ser Pillo Paga” en el plebiscito de octubre, el Gobierno condenará el futuro del campo a cambio de nada, porque la tan maquillada Reforma Rural Integral es como sal en la tierra, que luego de esparcirse no vuelve a nacer nada en ella.
El gobierno irresponsable terminó siendo cómplice de una farsa monumental en la cual el...