Vuelvo de unos días de desconectadas vacaciones, las únicas que de verdad lo son, y verifico que a las Farc no les pudo salir mejor su estrategia tras la terminación del cese al fuego unilateral que, en todo caso, habían violado con perfidia en el asesinato de los soldados del Cauca.
La respuesta del gobierno a las bombas, plan pistola, asesinatos de militares, policías y civiles, ataques a la infraestructura eléctrica y al sistema de acueductos, y atentados contra la industria petrolera, que afectaron a miles y generaron el peor daño ambiental en décadas, no fue ponerles plazo a los diálogos o condicionarlos a que terminaran esos crímenes, sino rogarle a la opinión pública que no se llamen las cosas por su nombre y declarar, otra vez, una suspensión...