Por Simón Pérez LondoñoUniversidad EAFITCiencias Políticas, 10° semestre@simonperez05
Cuenta Indro Montanelli en su “Historia de los griegos”, que Foción, un antiguo orador ateniense, al percatarse de que la muchedumbre aplaudía estrepitosamente ante su discurso, se preguntó: “¿habré dicho alguna estupidez?”. De igual forma, escribió Séneca, a propósito de los caminos para llegar a la felicidad, que el sendero más transitado era el que más se alejaba de la meta y que había que desconfiar del rumor de una mayoría empecinada siempre en los mismos errores.
Tanto Séneca como Foción demostraron con ello su desconfianza ante ciertas opiniones que imperan en una multitud. Es decir, concordaron en que no siempre el hecho de que más cabezas estén de acuerdo...