Contar menos muertos cada día en el país, por la violencia política, la del narcotráfico o la de los grupos urbanos ilegales, nos debería unir a todos quienes somos sujetos de sus acciones, para estimular que detengan, definitivamente, las agresiones armadas y podamos ver la cara de un país en paz. La de una nación donde matarse no sea la solución de ningún problema, por más complejo que sea.
Con las Farc va más de un año en tregua. Los resultados, según organismos reputados de monitoreo, son positivos en más del 90 por ciento (de las acciones y del territorio). En ataques a las Fuerzas Armadas, en actos terroristas y muertes de civiles, en destrucción de la infraestructura pública y privada, en secuestros y extorsiones. La caída de los delitos...