Al llegar la Navidad es apenas natural que el espíritu se relaje, que se formulen buenos augurios, que se piense en lo que se hizo y se reflexione sobre lo que no se hizo. Es una especie de sentimiento que abarca lo personal y lo familiar, pero que de alguna manera toca con lo institucional. Y es en este momento en el que también se piensa y se evalúan las promesas que se han cumplido por parte del sector público, y aquellas que no ha sido posible hacer realidad, no obstante los acuerdos suscritos con diferentes sectores sociales y laborales.
Los funcionarios y empleados de la justicia insisten en que su paro, ilegal como todo paro, se debe fundamentalmente al incumplimiento por parte del Ministerio de Justicia y del Consejo Superior de la Judicatura,...