Antioquia históricamente ha producido grandes líderes que trascienden al contexto nacional y otros que brillan por su liderazgo regional. Lo anterior no solo en las instancias públicas sino también en las privadas. Personajes que han sido capaces de visionar proyectos de envergadura, potenciar empresas hasta convertirlas en conglomerados económicos, pensadores que nos han inspirado con sus letras y políticos que cambiaron el rumbo de nuestra Nación. La mayoría de nuestros líderes se ha caracterizado por ser personas polifacéticas con una gran virtud de cara al servicio y al fortalecimiento institucional. A estos últimos quiero referirme.
Medellín y Antioquia se han caracterizado por la fortaleza de sus instituciones. En las últimas dos décadas se ha conformado un número importante de instituciones público-privadas alrededor de la Alcaldía y la Gobernación, al tiempo desde el sector privado se mantienen iniciativas que ayudan a que nuestro territorio mantenga una visión de largo plazo y liderazgo creciente.
Sin embargo, instituciones tan importantes como las Cámaras de Comercio, las Cajas de Compensación, las Corporaciones Autónomas, las diferentes juntas de instituciones adscritas a la Gobernación y la Alcaldía como el Idea, Valor Más, Hidroituango, Plaza Mayor, Convention and Visitors Bureau, Parque Explora, EDU, Parque Arví, etc, y otras privadas como Proantioquia, los diferentes gremios, la Sociedad de Mejoras Públicas, fundaciones, deben empezar a pensar en redefinir su estrategia, estructuras y modelos de Gobierno Corporativo.
Tal como planteaba en mi pasada columna, sobre la importancia de la Cuarta Revolución Industrial, la digitalización y las nuevas tecnologías, no solo impactarán a las empresas, sino también a todas las instituciones. Para enfrentar este reto debemos, no solo repensar nuestra institucionalidad en el marco de una cuarta Revolución Industrial, sino pensar qué nuevas instituciones se deben crear, como el mismo centro de Cuarta Revolución Industrial que nos entrega el WEF en Alianza con Ruta N.
Bajo este panorama, las instituciones, actuales y futuras, deben atraer nuevos líderes talentosos que entiendan las implicaciones de las nuevas tecnologías, abran nuevos escenarios de discusión que permitan desarrollar nuevas estrategias y ayuden a elaborar una visión futurista de nuestra región. Hoy vemos cómo gran parte de nuestra generación es apática a participar de las decisiones institucionales, no se involucran en la renovación de las diferentes juntas locales y simplemente se limitan a su quehacer siendo buenos profesionales.
Sin instituciones no hay sector productivo sostenible, son estas las llamadas a generar un equilibrio en las decisiones de corto, mediano y largo plazo. Son estas factor determinante de la estabilidad en lo económico, social y ambiental. Me atrevo a proponer que todas las instituciones locales tengan, al menos como invitado, un emprendedor y/o conocedor del nuevo mundo digital y tecnológico para que vayan abriendo espacio a una modernización institucional en un marco de velocidad. Inclusive quisiera ir más allá y que el Gobierno Nacional lo haga también en todas sus instituciones del Estado. Qué bueno sería un buen emprendedor en los comités de la Dian, del Invima, las supersociedades, contralorías, etc., introduciendo nuevas visiones tecnológicas. Si esto se llega a dar seguramente abriremos nuevas puertas a la modernización institucional y daremos espacio a nuevos liderazgos que hoy tanto necesitan Medellín, Antioquia y Colombia.