Tuve una semana productiva de buenas conversaciones en Medellín, de muchos aprendizajes y de encuentros inspiradores. El hilo conductor de mis encuentros fue la noción de un liderazgo transformador y generativo; o sea un liderazgo que deje huellas positivas en la experiencia de los demás.
Por ejemplo, le pregunté a un dirigente de una gran industria del Valle de Aburrá cuál era el desafío que su organización enfrentaba en estos tiempos, al que los comandos de la marina de los Estados Unidos designan con el acrónimo VICA: volátiles, inciertos, complejos y ambiguos.
En un primer momento pensé que me iba a hablar de desafíos ligados a la economía. Fue entonces una sorpresa cuando me contó que, para él, el reto hoy era asegurarse de que todos los...