La historia, nuestra historia, es un loop que se repite incesantemente y del cual parecemos destinados a no podernos desprender, hoy como ayer cae uno y nacen cien, hubo un patrón que reinó en el mundo de la mafia, hoy son miles los “patroncitos” que perpetúan este relato de barbarie que parece ensombrecer nuestro presente para siempre.
Asistí la anoche del jueves a la presentación de un boceto (así lo definió uno de sus autores), por crudo, diría yo, pero no porque se trate de un esbozo, de la escenificación de los recuerdos de la época más macabra que esta Medellín recuerde, cuántas cachetadas me propinaron en una hora, cuántas memorias removidas, volver a llorar por los que perdimos es una catarsis siempre necesaria, recordar, no olvidar,...