En los hogares de hoy, con un menor número de hijos y un mayor número de comodidades y entretenciones, los espacios compartidos en familia son muy pocos y se limitan, en el mejor de los casos, a reunirse a ver algún partido deportivo o un programa de televisión que les interese a todos. Sin embargo, poco comparten porque están concentrados con lo que están viendo. ¡Lo grave es que las familias en las que casi lo único que hacen reunidos es ver una pantalla, lo que logran es embobarse unidos!
Es verdad que cuando cada uno de los hijos tiene sus propias cosas y sus propias formas de entretenerse a lo largo de su infancia, posiblemente no tendrán los conflictos propios de tener que compartir, pero tampoco tendrán relaciones familiares muy estrechas....