Una larga historia de corrupción en las instituciones de este país supuestamente originada desde la Colonia, tal vez por ausencia de registros de la Conquista, indicaría que este mal es antiguo entre nosotros, al punto que tal vez tengamos los colombianos un “gen puto” como dijo Eliseo Restrepo, expresidente de la SAC.
Cuando la podredumbre desborda límites que creíamos impensables, saltan las búsquedas desesperadas para encontrar la medicina que termine la corrupción, o al menos la reduzca a las “justas proporciones” como dijo un corbatinudo expresidente, estigmatizado por dicha sugerencia, aunque luego uno de los mayores expertos en anticorrupción del mundo, Robert Klitgaard, confirmó la misma idea, pero en otros términos, al asegurar que la...