Los científicos en la conducta humana consideran que los menores de edad no deben tener un celular para su uso personal. Lo cierto del caso es que ningún padre ha podido plantear una razón contundente para dotar a sus hijos de tal privilegio. Los celulares son aparatos que les permiten a los niños ver y participar en toda suerte de experiencias divertidas y emocionantes, a la vez que entretenerse con otras tantas que lejos de enriquecerlos los perjudican.
El motivo que argumenta la mayoría de los padres para darles a sus hijos un celular para su uso personal es que “quiero que mi hijo pueda comunicarse conmigo cuando lo necesite”. En tal caso, lo apropiado es darle un teléfono móvil con el que solo puedan recibir y hacer llamadas a sus padres...