Me uno a la crítica-denuncia de Clara Restrepo Mesa en su artículo “Ciudades sin control”, publicado en Confluencia.co. Allí hace un recuento de los proyectos gigantes de los constructores sin medir los impactos ambientales, urbanísticos ni sociales (y yo añado con la miopía de las “autoridades” metropolitanas incapaces de oponerse a la presión de ese grupo): el impacto ambiental innegable de las urbanizaciones en la variante Las Palmas, la construcción desmesurada en Sabaneta y la construcción de la urbanización Sierra Grande en El Retiro. El caso del c.c. Santa Fe que destruyó el bosque de La Aguacatala, el c.c. Florida que volvió un caos la vía a La Pilarica o el c.c. El Tesoro que terminó por desorganizar el tráfico vehicular en el sector....