La versión masculina de la historia ha fortalecido la idea de Schopenhauer que la mujer es una versión imperfecta del hombre y que lo único abundante que posee además de su cabellera, es su debilidad. Tanto, que son calificadas equivocadamente como el “sexo débil”, sabiendo los ellos que precisamente en ese campo son las ellas quienes no lo son.
Tal vez por eso se vincula poco a las mujeres con el uso de las armas y el combate, pues su supuesta debilidad es incompatible con la fuerza física que exige la resolución de las disputas por ese medio. Los hombres por el contrario apelaron a ello para resolver casi todo, desde guerras interestatales hasta ofensas personales.
Estas últimas fueron la razón por las que estuvo de moda en Europa batirse a...