Por Juan Pablo Piedrahita Duque
Universidad Pontificia Bolivariana
Facultad de Com. Social, 8° semestre
Pablo.027@hotmail.com
Antioquia es uno de los departamentos más importantes, si no es el más, en el sector textil – confección, un negocio que genera por lo menos 100 mil empleos directos y despliega una derrama económica muy importante en todo el Valle de Aburrá. Las cifras de producción y venta en el primer semestre del año cayeron, según cifras de la Cámara de Comercio de Medellín un 10 % aproximadamente, y al parecer luego del cierre de esta temporada navideña se podría presentar un déficit similar o peor con relación a años anteriores.
Si hay un enemigo particular para la industria colombiana es el mercado chino, que con su fabricación en masa y su módica mano de obra, inclina la balanza y hace que competir por precio sea cada vez más difícil.
En los últimos meses el contrabando ha venido sufriendo grandes golpes, con decomisos que deberían representar un alivio para los productores nacionales, pero la realidad es que mientras se retienen 7 contenedores en el puerto de Buenaventura, los centros comerciales se mantienen repletos de mercancía.
Mientras se sigan extendiendo las manos corruptas de quienes reciben pagos y se ponen las gafas para dar vía libre, mientras no exista una regulación, no se destruyan los decomisos, mientras se siga revendiendo la mercancía incautada y no haya voluntad política , no habrá un solo esfuerzo que valga.
En mi opinión, comprarle a Colombia siempre será mejor negocio, miremos más allá del precio, el sector textil – confección ha evolucionado, hay calidad y ferias como Colombiamoda y Colombiatex, que se internacionalizan cada vez más, lo demuestran. A pesar de encontrarse contra las cuerdas, el sector se las arregla por sobrevivir, innovar y reinventarse.
De una prenda colombiana subsisten muchas personas, muchos hogares y muchas empresas, la industria colombiana nos compete por proximidad, los impuestos que pagan ayudan al desarrollo de la ciudad donde vivimos, los recursos que genera circulan al interior del país y se convierten en el producto de más que montamos al carrito del mercado, debemos acrecentar el consumo interno, fortalecer lo nuestro y reemplazar las importaciones irregulares por la exportación y sus beneficios.
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