Por ZEPHYR TEACHOUTredaccion@elcolombiano.com.co
Me preocupa apasionadamente el #MeToo (#YoTambién). Las mujeres son sistemáticamente degradadas, despedidas, desalentadas y agredidas. Demasiadas carreras de mujeres son obstaculizadas o finalizadas debido al acoso y abuso. En política, donde he trabajado gran parte de mi vida adulta, este comportamiento es desenfrenado.
También creo en cero tolerancia. Y sin embargo, muchas mujeres que conozco -y me incluyo- quedaron con una sensación de que algo salió mal la semana pasada con la expulsión de Al Franken del Senado de los Estados Unidos. Renunció después de que una oleada de sus propios colegas demócratas lo llamaron a renunciar.
La cero tolerancia debería ir de la mano con dos cosas más: debido...