Tras la lógica declaratoria de nulidad del acto administrativo que, por segunda vez, designó a Ordoñez Maldonado como Procurador General de la Nación, muchos, aliviados, se frotan las manos.
Uno, es el abogado Rodrigo Uprimny Yepes quien el 30 de enero de 2013 coinstauró la demanda respectiva, sin tantas expectativas como ahora: más prebendas oficiales y, tal vez, su nominación para ocupar una silla en la Corte Constitucional o en el Tribunal para la Paz. Otro, es Juan Manuel Santos Calderón a quien, cual “Nairochavista” triunfador (¡así se calificó él para lucrarse del éxito español de nuestros ciclistas!), se le allana de forma definitiva el camino pacifista mientras en público se ríe de quienes le recuerdan que pisotea la Constitución y lo...