En mi columna anterior hablé de inmensas riquezas naturales que tenemos en nuestro país. En efecto, Colombia cuenta con grandes paraísos de biodiversidad que deben ser protegidos y que, con ayuda de la institucionalidad, podríamos cristalizar en favor de un turismo organizado y sostenible. Hoy día gran parte de estos tesoros de biodiversidad son explotados por manos criminales que, a su vez, son los mayores deforestadores del país. Razón por la cual se hace necesario que aterricen inversiones serias, que con el Estado protejan estos territorios. Quizá, no exista mejor opción de que a todo nuestro país llegue el desarrollo sostenible a través de la llave Estado- sector privado.
En este sentido, quiero referirme a una iniciativa que me parece...