Jomo vive en Mombasa, Kenia, en una pequeña choza, desde la cual puede observar el Océano Índico. Quincenalmente le envía a su madre en Kisumo, a orillas del mítico lago Victoria, el equivalente a US$ 20, dinero con el cual ella sobrevive. Hace 10 años el envío le costaba US$2,0 hoy le cuesta US$0,40. Lo hace con su teléfono celular. El 25 % del PIB de Kenia se mueve anualmente a través de transacciones con celulares y aproximadamente el 50 % de la población adulta (Población total: 45 millones) se beneficia de este servicio.
En el 2007 Safaricom, filial de Vodafone en Kenia, lanzó el programa M-PESA (M de móvil y “Pesa” dinero en Swahili) con el fin de promover los pagos electrónicos y el ahorro por medio de los celulares. Si bien en Colombia...