El reino es ante todo la expresión del don de Dios que elige y que perdona. Su riqueza ha convertido al hombre en plenamente rico. Sin embargo, el que pretenda encerrar sobre su vida el don que ha recibido acaba por perderlo. Esto nos lleva al centro de la dialéctica de la parábola de hoy entre la gracia y las exigencias de las obras.
Dos aspectos se deben distinguir en la parábola del administrador astuto: la conducta del administrador infiel y las consecuencias de tipo práctico moral. Esta parábola no es un cuento para niños y niñas, es una instrucción para adultos. Jesús busca hechos de vida para dar vida a su mensaje. No alaba acá la astucia inmoral del administrador despedido, sino la sagacidad en saber aprovechar el tiempo útil: así los...