El desempeño económico del 2017 ha resultado ser menos favorable de lo que se esperaba. El ritmo de crecimiento registrado es inferior al del potencial de la economía. Si bien algunos indicadores insinúan un cambio de tendencia, la reactivación prevista es apenas modesta. La ralentización económica da origen a la inconformidad y al pesimismo. Para lograr objetivos ambiciosos de desarrollo y bienestar social, el país requiere alcanzar una tasa de crecimiento de no menos del doble de la actual. Esa meta debe convertirse en parte integral de la agenda nacional de corto y mediano plazo.
Si se tienen en cuenta otros factores, puede atenuarse el aspecto decepcionante del crecimiento económico del 2017. La trayectoria descendiente que ha tenido el índice...