Esta semana ocurrió algo insólito, algo que el mundo de los libros suele regalarnos para hacernos felices y devolvernos la esperanza. Apenas me senté en el bus para ir a la universidad, vi que el joven que estaba en frente leía un libro, hasta aquí nada extraordinario, la verdad es que en la ciudad donde vivo actualmente en Estados Unidos, lo normal es que la mayoría de las personas lean durante los trayectos. Como tengo el vicio de ver qué leen los demás, así en silencio me he encontrado con grandiosas recomendaciones, intenté leer el título que estaba en posición vertical. La palabra en blanco decía: “Operation”, la segunda en rojo: “Massacre”. ¡Imposible!, pensé, “Operación Masacre”, el libro de Rodolfo Walsh que se adelantó a lo que años...