Corea del Norte y China han estado indivisiblemente casadas hasta nuestros días. Al menos es lo que se puede interpretar de la solidaridad que Kim ha conseguido despertar de parte del gobierno de Xi en momentos en que la paz mundial se encuentra en entredicho. Los desencuentros entre Pyonyang y Washington han escalado en las últimas semanas hasta alcanzar decibeles que atraen la atención mundial por el peligro de acciones militares o nucleares capaces de afectar al globo en su conjunto.
Una importante carta por entrar en el juego es la de la imposición definitiva de un bloqueo comercial global convocado por los Estados Unidos en contra del díscolo régimen del mandatario norcoreano. Solo que ningún bloqueo generará las consecuencias deseadas...