“Aquellos que cederían la libertad esencial para adquirir una pequeña seguridad temporal, no merecen ni libertad ni seguridad”. Benjamín Franklin.
En 991, el entonces rey de Inglaterra, Etelredo II, apodado “El Indeciso” porque su falta de carácter era más grande que su descendencia, 15 hijos, decidió comprar “paz” para su pueblo ante la ofensiva de los vikingos que habían empezado a atacar la isla desde el 850.
Etelredo, decidió ceder ante los bandidos y pagarle a Olaf I el “danegel”, que en colombiano significa “vacuna” y en el actual gobierno se llama “justicia transicional”, que consistió en 10.000 libras de plata, suma recomendada por el Arzobispo Siric, que fácilmente hubiese sido hoy el presidente del Episcopado. Pero en 994 el sucesor...