El domingo estarán en escena fundamentalmente el voto de opinión y el voto de maquinaria. Además, como complemento, el voto útil, el voto sanción, el voto miedo. Todos acudirán a las urnas. Difícil saber en qué proporción se distribuyen para elegir. Lo cierto es que todos van a sumar y restar en la selección de los dos finalistas presidenciales.
El voto de maquinaria es el que ha regido en la mayor parte de nuestra convulsionada historia política. A medida que crece la macrocefalia del Estado se incrementa su papel de gran protagonista de la política con sus gabelas, contratos, que mueven al elector clientelizado a las urnas, que opera preferencialmente en regiones deprimidas, en donde los gobiernos son las mayores fuentes de burocracia.
Pero...