A cien años del fin de la Primera Guerra Mundial dos formas de gobernar el mundo se dieron cita en París. Emmanuel Macron, anfitrión de la conmemoración, fue insistente y repetitivo en que en épocas en las que parecen triunfar el unilateralismo y los discursos racistas, es el multilateralismo el que debe dar un nuevo paso al frente y fortalecerse. Con Donald Trump presente, dio una arenga clara y sin ambigüedades para cuestionar a aquellos que insisten en el nacionalismo como una vía de éxito. Sin nombrar al presidente de Estados Unidos, pero sabiendo todos que se dirigía hacia él, soltó un dardo sin desvíos: “El patriotismo es exactamente lo contrario al nacionalismo. El nacionalismo es su traición”. Ángela Merkel, canciller alemana y compañera...